“Invertir en cultura es invertir en futuro”. Así, cerraba el diputado de las Cortes Valencianas, Vicent Marzà, su entrevista a un periódico el 29 de abril de 2020. Estas palabras, cargadas de un fuerte sentimentalismo, son ampliamente aceptadas por la sociedad, ya que la mayoría de las personas las compartirían sin dudar. Sin embargo, es fácil que las buenas intenciones caigan en saco roto y no se acometan acciones que lleven esta idea a la práctica de forma efectiva. Por ello, en las siguientes páginas se explicará una propuesta en forma de proyecto cultural. En el proyecto se trabajará para con un sector recientemente azotado por los medios de comunicación como es el de los Menores Tutelados por el Estado. Es relativamente sencillo caer en tópicos y no investigar más sobre la situación de determinados colectivos de la sociedad. Por ello en el presente proyecto se apuesta por el ya citado, algo que no se ha realizado hasta el momento ni la ciudad de Barcelona, ni en el resto del país. Se trata por tanto de un colectivo joven, con ganas de poder labrarse un buen futuro en la ciudad de Barcelona y romper con el estigma y prejuicios de la sociedad contra el colectivo. En definitiva, un sector que tiene un gran camino por recorrer y solo hacen falta las herramientas adecuadas para que tomen el papel protagonista. Para poder efectuar esta idea, se tomará como base del proyecto el espacio Nau Bostik, emblema de la ciudad por su aportación al panorama cultural durante los últimos años. Este centro, cuya existencia ha sido cuestionada en los últimos años, acogerá parte del proyecto para legitimar su papel en la cultura barcelonesa una vez más. Así las cosas, este proyecto es una inversión, una inversión de futuro, una inversión de futuro para la cultura de Barcelona.

Treball Fi de Màster en Gestió Cultural, Facultat d'Humanitats, Universitat Internacional de Catalunya, Curs: 2019-2020, Tutor: Joaquina Bobes

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