El reloj representa la precisión, el control del tiempo y la seguridad. A su imitación se puede uniformar una acción de gobierno, centralizar y dotar de eficacia a la administración. Un gigantesco imperio como el español aprovechó la metáfora del reloj con fines políticos. Los gobernantes, desde el rey y sus ministros hasta virreyes y hombres ganados por el espíritu ilustrado en general, aplicaron el ejemplo del prodigioso mecanismo tecnológico. Además, su proyección en diversos aspectos socioeconómicos fue importante en aquella época de transición

Textos de comunicaciones defendidas en la XVI Reunión Científica de la Fundación Española de Historia Moderna, previa evaluación ciega por pares.

Peer reviewed